Mafia en el sector del taxi de CANARIA

MAS DE LO MISMO IGUAL QUE EN MALAGA

Mafia en el sector del taxi de Canarias Esta noticia la he recogido de la página web de CANARIAS AHORA sacad vuestras propias conclusiones.

Lo sabía la policía, lo sabían los taxistas, lo sabían los funcionarios, lo sabían los concejales, lo sabían en la alcaldía… Todo el mundo sabía en esta ciudad que los grandes beneficios del taxi se lo llevan unos señores que en muchos casos ni trabajan como taxistas ni tienen taxis. Son los floteros. Explotan las licencias en régimen de alquiler, de forma fraudulenta.

Que los floteros se han convertido en unos terratenientes del taxi, que explotan a unos jornaleros saltándose buena parte de los 66 artículos del reglamento municipal de auto-taxis aprobado en el año 2002, eso lo sabía todo el mundo en esta ciudad, pero se hacía la vista gorda. En esto llegó Hacienda y mandó a parar. Después de comprobar el movimiento de miles de euros en dinero negro en algunos talleres de reparación de vehículos los inspectores de Hacienda han decidido investigar a fondo el negocio y los beneficios de algunos floteros. –> Que los floteros se han convertido en unos terratenientes del taxi, que explotan a unos jornaleros saltándose buena parte de los 66 artículos del reglamento municipal de autotaxis aprobado en el año 2002, eso lo sabía todo el mundo en esta ciudad, pero se hacía la vista gorda. En esto llegó Hacienda y mandó a parar. Después de comprobar el movimiento de miles de euros en dinero negro en algunos talleres de reparación de vehículos los inspectores de Hacienda han decidido investigar a fondo el negocio y los beneficios de algunos floteros.

En Las Palmas de Gran Canaria hay 1642 licencias de taxis. El ayuntamiento puede dar o revocar las licencias, cuya explotación está sometida a un reglamento donde se deja claro que deben ser explotadas por sus titulares o por conductores asalariados con dedicación exclusiva. Existen excepciones a esta norma, pero en el artículo 13 del reglamento se deja claro que en ningún caso el titular o titulares de la licencia pueden arrendar, traspasar o ceder la explotación de la licencia.

Por si alguien no lo sabe, los floteros son unos señores que, en contra de la ley, alquilan las licencias de los taxis. En contra de la ley contratan a conductores con jornadas de 3 ó 4 horas aunque en realidad trabajan 10 ó 12 horas diarias. En contra de la ley no les pagan lo que pone en sus nóminas. En contra de la ley les exigen 52 euros al día, da igual que el conductor ese día haya ingresado 30, 40, 50 ó 70 euros. Muchos de esos floteros los fines de semana, en contra de la ley, ponen a conducir el taxi a personas que no tienen el carné municipal de conductor de auto-taxis que se puede obtener en el ayuntamiento después de pasar un examen.

Hay floteros que manejan decenas de taxis y, en contra de la ley, han montado talleres mecánicos dedicados casi en exclusiva a la reparación de esos vehículos. Por cada coche el flotero contrata (cuando contrata) a dos conductores al día. Cada uno le aporta 52 euros. Por el alquiler de la licencia para 600 euros al mes. Si tiene 10 taxis en un mes puede obtener 30.000 euros de ingresos, descuente usted 6000 que paga por las 10 licencias y le quedan 24.000 euros.

El negocio es redondo. Hasta ahora funcionaba con el silencio de los propios conductores, de los policías, de los concejales y de los alcaldes que ha tenido la ciudad. Pero la crisis aprieta y un taxista que tiene turno de tarde a lo mejor sólo hace 40 ó 50 euros en una jornada, si tiene suerte hace 60 euros. Si el flotero le obliga a pagarle los 52 euros, puede resultar que trabajes 10 horas y vuelvas a casa sin un euro en el bolsillo. Por eso se están produciendo denuncias anónimas.

Estamos ante auténticas mafias que han podido actuar al margen de la ley durante muchos años. El ayuntamiento está obligado a actuar con dureza, el concejal González Dumpiérrez (que se esconde durante las manifestaciones de policías y bomberos) debe exigir a funcionarios y policías locales un control de las 1642 licencias que hay en la ciudad. ¿Quiénes son sus titulares?¿Quiénes las explotan? ¿Qué tipo de contratos hay entre los titulares y quienes las explotan?¿Cuántos conductores hay contratados por cada vehículo?¿Quiénes trabajan los fines de semana?¿Cuántos trabajadores con carné municipal de autotaxis hay en la ciudad?

Lo fácil es cruzarse de brazos y dejar las cosas como están. Lo fácil es que los controles obedezcan más a arrebatos de algunos jefes que un fin de semana ordenan a la policía parar a todos los taxistas para revisar la fecha de caducidad de su extintor o si el coche está fumigado, pero sin molestarse en comprobar si el señor que está al volante es un intruso, un policía local o un militar que no trabaja en exclusiva. Lo fácil es no mover nada, para que se siga moviendo dinero fuera de la ley y se siga explotando en condiciones de esclavitud a algunos conductores. El propio alcalde Jerónimo Saavedra reconoció hace unos días que estamos ante un auténtico “mercado negro”. Este tipo de mercados suelen funcionar pagando comisiones a los que deben ordenar y ejecutar los controles. Si la mafia de los floteros sigue campando a sus anchas tendremos derecho a sospechar que ellos no son los únicos que se benefician de sus golfadas.

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